Solo viento.
Viento que roza los rostros cansados.
Ensueños, esperanzas,
vanas y posibles.
Un destino negado,
un destino posible.
Aquellos que vinieron
desde la niebla marina,
aquellos que llegaron
desde la Luz.
Bahías de plata,
arenas de oro,
maderos en el mar.
La primera mirada
la última, la lejana.
Descanso infinito, luz inmortal.
Primeros nacidos,
luz primigenia, sabiduría perenne.
Triste es el destino de los hombres,
con los Puertos soñar.
Grises nuestros sueños,
gris nuestro despertar.
¿Quién teje nuestras vidas más allá del mar?
Osado sería invocar al Valar,
pero....¿ acaso nos está negado el soñar?
Hacia el oeste,
hacia la luz
hacia los puertos grises
nuestros sueños se irán. |