Tras dos semanas de viaje llegué a Bree, después de la tragedia de Moria no se me ocurría otro lugar mejor donde descansar una temporada. Cuando llegué a la Puerta Oeste de Bree estaba anocheciendo y además más allá de la Colina de Bree las nubes amenazaban a tormenta. El Guardia, Will Juncales se llamaba, me abrió la Puerta y me dirigí a la posada del Poney Pisador donde pensaba que Maltilla Mantecona me diera una habitación.
Todos los habitantes de Bree estaban encerrados en sus casas y me espiaban desde sus ventanas curiosos, en realidad hacía mucho que un Enano no pasaba por Bree, por lo menos un Enano tan sucio y que parecía que había recorrido millas y millas desde el Este. Entré en la Posada y asombrado me di cuenta que el Señor Maltilla Mantecona había fallecido ese mismo mes y que desde entonces la Posada pasaría a ser posesión de su único hijo, Cebadilla Mantecona. En realidad Cebadilla tendría unos cuarenta años por aquel entonces, pues Maltilla había muerto a los ochenta y cuatro años, una edad asombrosa para cualquier habitante de Bree. El Salón era enorme y un hombre bajito y gordo se acercó resoplando, era por supuesto Cebadilla Mantecona:
-Buenas noches buen Señor, ¿Qué desea?-Dijo Mantecona.
-Buenas noches Mantecona, desearía una habitación para pasar unos días y una cena caliente, hace días que no tomo una.-Contesté.
-Entonces venga conmigo tenemos una mesita especialmente fabricada para Enanos y Nob le traerá enseguida su cena,¡Nob, donde estás pequeño granuja!- Y tras esto Mantecona se alejó a buscar a Nob.
El salón estaba abarrotado de habitantes de Bree y de algunos individuos que parecían viajeros y tenían caras sombrías."Montaraces sin ninguna duda"-Pensé.
La cena llegó antes de lo previsto y acompañada de una buena cerveza. Disfrute de la cena y charlé más tarde con los Montaraces. Según decían las cosas no iban bien en el Norte:
-¡Trasgos y más Trasgos!-Me dijo un Montaraz llamado Alugost.
-¡Incluso se rumorea que hay un Troll enorme en el Bosque de Chet!-Añadió Alugost.
-¿Trolls?¿Tan lejos de las Montañas?-Respondí.
-Sí,sí, sin ninguna duda, parece ser que un habitante de Archet fue devorado ayer mismo por uno.-Dijo Alugost.
-Entonces hay que acabar con esa bestia, mañana mismo partiré a Archet-Dije.
-Te acompañaré, mis flechas son realmente certeras cuando es necesario.-Contestó Alugost.
Aquella noche dormí en un colchón cómodamente como no lo había hecho desde hacía mucho tiempo."¡Trolls!¡En menudo lío me he metido!"- Pensé antes de quedarme profundamente dormido.
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