Aspecto:
Soy un Istar, pero tengo un aspecto distinto al de mis otros compañeros de la Tercera Edad. Mi misión en la Tierra Media es muy secreta, por lo cual elegí verme como un hombre de treinta años, delgado pero fuerte, alto y de rasgos finos. Mi rasgo caraceterístico es el color azul de mi largo cabello, y mi manto de dos colores(azul-blanco).
Mi semblante es melancólico, por todo el dolor que he visto en el mundo y la decepción secreta que siento hacia los Valar.
Historia:
Soy uno de los Istar que llegó a la Tierra Media hacia el año 1000 de la Tercera Edad, en secreto, llegando al Sur en vez de a los Puertos Grises, por las características de mi misión. Ahora estoy en el Poney Pisador tras de muchas fatigas, sólo de paso entre mis interminables viajes, ya que mi señora Nienna me ordenó desde que dejé Aman que me hiciera cargo de instruir a los pueblos de Harad y de las otras regiones olvidadas por el resto de los Valar, en sabiduría y bondad. La Historia no es justa con todos, y con ellos menos entre toda la gente de Arda. Sin embargo, por causa de un oráculo de Mandos revelado a mí en sueños, sé que mi misión terminará con dolor, y que abandonaré esta Era de Arda tras de haber roto con violencia mis votos como Istar. De mi futuro tengo vagas imágenes, dadas por Eru el día en que me otorgó un don único entre los Ainur. De como concluye mi saga, pronto os enviaré un relato.
Habilidades:
No soy tan poderoso como Mithrandir o Curunír; me asemejo más en poder a los Istari Azules. Soy hábil con la espada, con las palabras y tengo poderes de sanación de enfermedades, así como poderes premonitorios que a menudo me provocan dolor. Asimismo, tengo un don secreto que Ilúvatar ha previsto para la gente de la que cuido en Arda cuando llegue el momento, y sellar mi destino en ese tiempo aún desconocido.Tristemente, también he visto en la visión que Eru me dio cuál será el poder que se manifestará con mi ira hacia el final de los días.
Armas:
Como todo Istar, porto un báculo, apoyo para los largos caminos e instrumento de mis poderes. Pero el mío tiene otra virtud: él mismo es mi espada, pues el filo del acero está dentro del sólido ébano. Esta espada-báculo fue hecha por Aulë. Podéis verlo en mi imagen.
Además, porto conmigo un camafeo, hecho por Fëanor antes del oscureciminto de Valinor, por encargo de mi Señora Nienna. Sin ser un arma, es lo más valioso para mí. A través de él recuerdo el amor imperecedero y secreto que le tengo a ella, y el futuro inalterable y doloroso que me espera.
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