Aspecto:
Delgado y fibroso varón de metro sesenta y siete de estatura, ojos verde oliva profundos y serenos encerrados en unas facciones endurecidas por la vida de espadachín. Su larga melena castaña se va ondulando según le cae sobre los hombros, para, finalmente, convertirse en tirabuzones a la altura de su cintura. En sus finos labios siempre hay una sonrisa y sus cejas estilizadas e inquietas denuncian siempre el humor de su dueño.
Todo su cuerpo esta definido haciendo pensar que su blanca piel va a desgarrarse de la tension de sus músculos. Sus mil y una heridas en distinto grado de cicatrización manchan, como si de un cuadro se tratara, su resistente cuerpo, teniendo especial relevancia en su memoria una con forma de estrella en el costado izquierdo y la marca de una zarpa en el lado derecho del cuello. En el pecho, sobre su corazón, un antojo de nacimiento con forma de llamarada.
Hombre viajero, sólo se le conocen dos trajes y carece de espacio para llevar mas de 3 mudas (en total, que no de cada traje). Viste con ropajes negros y granates con alguna floritura dorada en los puños y los cuellos. Camisola, robustas botas y resistentes pantalones cubiertos con una gran capa negra con capucha y forro rojo, ajustados por un cinto de cuero bastante desgastado. Siempre a su lado un zurrón gris lleva, entre otras pertenencias, un traje azul celeste con detalles en rojos verdes y dorados, para las escasas ocasiones en las que se las tiene que ver en eventos sociales alto nivel y una lira hecha con madera del bosque negro y las cuerdas de mithril que haria llorar al mismisimo Sauron.
Historia:
Nacio una fresca mañana de Verano, en el vigésimo octavo día de Yavannië del año 6 de la Cuarta Edad, en un pequeño poblado al Pie de las montañas grises conocido simplemente como Plaza Tanis, un niño blanco como la nieve que en su pecho portaba la marca de los errantes segun la cultura local: un antojo de nacimiento con forma de llamarada en el pecho.
Hijo de Aenatrix y Gomel, un hombre del pueblo y una dunedain de noble familia, cuya sangre se decía estaba mezclada con la de los Elfos lo cual les daba a todos una gran palidez en la piel y cabellos.
Su padre alcalde y guardian de Plaza Tanis, le crió en el ambiente modesto y duro de las tierras del norte enseñando a su hijo la manara de sobrevivir al entorno en el que vivían y a manejar la espada con la soltura necesaria para proteger su hogar de los no pocos bandidos que veían en la fortificada aldea un plato demasiado jugoso como para no intentar comerlo. Por contra su madre le enseño historias y canciones, a tocar la lira y a comportarse como el caballero culto y educado que veía en él. Sólamente consiguió lo de culto. Llegando a su adolescencia, Dremonix se convirtió en un mozo rebelde e imprudente que deseaba sobre todas las cosas huir de su pueblo y ver el mundo mas allá del bosque de Mirk. Su padre desaprobaba tales pretensiones, pues deseaba que su hijo le relevase en su tarea de guardian para, con el tiempo, entregarle tambien la alcaldía y asi perpetuar el legado que su padre le había entregado. Dremonix intento huir mas de una vez pero siempre le hacía regresar una canció que su madre cantaba desde la torre del pueblo tan pronto como notaba su ausencia y que se escuchaba con claridad fuera donde fuera que estuviese, haciendo que su corazon se entristeciese hasta que retornaba a su casa.
Con 15 años cumplidos Dremonix se convirtió en el mayor de dos hermanos al nacer Nemian, su hermano menor a quien no solo vió como una bendicion para su madre que llevaba tiempo deseando otro hijo si no como su billete de salida de Plaza Tanis.
Con 18 años renunció a su herencia y primogenitura a favor de su hermano y abandonó su pueblo en busca de lo desconocido.
dos días tras su partida en un sueño vió a su madre ordenandole que fuese al bosque negro y recojiese en un lago su herencia materna.
Durante meses Recorrió la Tierra media en busca de esa visión hasta que llegó a la laguna que su madre le había mostrado. en ella, le aguardaban dos seres de naturaleza desconocida que sin mediar palabra se arrojaron sobre él. Eran una pareja de caballeros cadavéricos ataviados con mazas y ropajes púrpura con la sed de la sangre escrita en el fondo de sus maliciosas cuencas.
Largas horas luchó contra ellos en el claro del bosque negro hasta que finalmente logró abatirlos con sus fuerzas casi extintas. La refriega le costó una cicatriz negra en forma de estrella oscura y un zarpazo en el cuello que jamas se borraría.
Pese a estar agotado, Dremonix no dudó en arrojarse al agua y buceo hasta llegar al fondo, donde recuperó de un cofre la Lira de su madre. Al volver a la superficie aparecieron ante él dos doncellas Elficas, que con mirada dulce dijeron - Aenatrix tiene un hijo digno. nos llevaras a los puertos grises para poder cumplir la orden que cae sobre nuestra raza y marcharnos de estas tierras que ya no nos pertenecen-
turbado Dremonix cerró los ojos y solo dos segundos después, se puso en pie, ciñó su acero a la cintura y con voz firme dijo -Vamos entonces-
Habilidades:
Brillante espadachin y hábil ladron prefiere dedicarse el mayor tiempo que el hambre se lo permite a sus otros dos grandes dones: la música y la poesía. Como buen trotamundos, jamás abandona un lugar sin antes haber aprendido su lengua, sus leyendas y sus costumbres y rara vez regresa a un lugar si no hay algo que le fuerze ha hacerlo. Cuando la lira no da comida, es la espada la encargada de llenar el plato aceptando desde escoltas a asesinatos cualquier trabajo lo suficientemente honrado(según una extraña escala de valores) como para no sufrir cargo de conciencia.
Armas:
Entre yescas pedernales y otras fatígas típicas de aventureros destacan sus dos espadas gemelas de poco mas de 70 cm de hoja y que fueron un regalo de unas elfas a las que escoltó hasta los puertos grises tiempo atrás. Las dos espadas Nikse y Yúla son temibles aceros que jamás pierden su filo y cuyas heridas precisan de medicina élfica para poder ser sanadas. La cota de malla perteneció a un hombre al que mató y que logicamente ya no iba a necesitar. Un arco robusto comprado en un pueblo aislado en la Marca y un anillo que emite luz rescatado de un túmulo en Bree son otros de los objetos calificados como "irremplazables" por su dueño.
sin embargo el objeto que más adora, por el que sería capaz de dejarlo todo sólo para conservarlo, es su hermosa arpa élfica que su madre escondió en el fondo de un lago en el bosque negro y cuyo sonido es sólo comparable al de las doncellas élficas cantando en su sacro idioma.
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