Aspecto:
De altura media, piel blanca y cabello castaño oscuro. Ojos castaños con reflejos violetas y de mirada audaz.
Como descendiente de Adalwan, el medio elfo, tengo un aspecto similar a los elfos, especialmente en la mirada.
Historia:
Desciendo de Adalwan el medio elfo, hijo de un elfo noldo y una mujer Dúnadan.
Pero de eso ya hace más de mil años. Y entre ellos y yo, hubo varias generaciones de humanos... Y mis ascendientes han sido en la gran parte otros humanos, y no todos de la raza pura de los Dúnadain.
Mis padres son Elizsalis la bella y Leothiadr el sabio.
Mi padre es un dúnadan que junto a sus dos hermanos, fue miembro de la compañía de Aragorn; pero a diferencia de mis tíos, él se separo de la compañía unos años antes de la guerra del anillo, al casarse con mi madre y tomar morada en Gondor uniéndose a sus fuerzas. Es amante de la ciencia y entre otras cosas se dedica a investigar los poderes de distintas sustancias, incluido un polvo negro con propiedades explosivas que se forma en las minas de diamantes. Además es un escribiente, documentando sus descubrimientos, notas históricas y muchas historias.
Mi madre que nació en Rohan, en cambio se dedica a hacer preciosas vestimentas para las damas de la corte y para nosotras dos. Me hace todas las vestimentas que uso, tanto para ocasiones reales, ya que mi padre trabaja para Faramir, príncipe de Ithilien, y en ocasiones somos invitados a cenar con ellos y su hijo; como así también me hace las vestimentas para mis viajes.
El casamiento de mis padres fue en Lothlorien y fue presidido por un hijo de Adalwan.
En un principio mis padres fueron a vivir a Gondor, donde mi padre fue soldado de la ciudadela, pero al finalizar la guerra, al igual que ahora yo, prefirió la ciencia a la batalla y se unió a los hombres de ciencia que trabajaban para la ciudad de Gondor e Ithilien.
Así pasó la guerra del anillo y mis padres se mudaron a Ithilien, donde al año siguiente, nací al final de un extraño y soleado segundo mes del año.
Habilidades:
Desde pequeña fui educada en la ciencia y en el manejo de espada, arco y lanzamiento de dagas. Aunque disfruto más con la escritura de poesía y narraciones, como así también lectura o incluso pintura y dibujo.
Y gracias a mis incontables viajes, he aprendido mucho de las historias de los diferentes pueblos de hombres, elfos e incluso de los hobbits y enanos. Como así también he aprendido de sus artes, costumbres y conocimientos.
Gracias a mis viajes a Gondor y por ser mis tíos grandes soldados de la compañía principal de Aragorn y mi padre hombre de ciencia de Ithilien y haber luchado junto a Faramir; en los tiempo de paz he viajado con Elboron y con Eldarion y sus hermanas a Bree, el Bosque Negro, Rohan, Rivendel, Lorien, Erebor, Fangorn, las Cavernas Centelleantes en el Abismo de Helm y otros muchos destinos.
En esos viajes hemos aprendido mucho y tenido el agrado de conocer a varios de los miembros de la comunidad del anillo, incluso, con la hija de uno de ellos, Elanor Gamyi, nos hicimos muy amigos, gracias a tener edades parecidas, y lleganmos a compartir varios viajes.
Armas:
En mis viajes, pese a todo, mi mayor arma diría que es mi caballo Mateutsh, un mestizo descendiente de mearas, obsequio de la dama Eowyn.
Y en cuanto a lo que todos llaman armas:
La más amada, es mi espada forjada por los antiguos elfos, heredada de Adalwan, la cual fue pasando de mano en mano de los primogénitos de la familia, fueran estos hombres o mujeres hasta llegar a mí y cuyo nombre en lengua común es Furia del Destino.
También llevo conmigo un poderoso arco y flechas de Ithilien.
Y dos pequeñas armas útiles, una daga forjada por enanos y una honda regalo de los hobbits. Quienes dicen que las hondas fueron su invento ya que por su habilidad para arrojar piedras se les ocurrió hacer un aparatejo pequeño y de fácil transporte para ayudarse a arrojarlas más lejos.
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