Aspecto:
Mi aspecto es el de un viajero que ha visto todo el mundo, pero sigue recorriendolo con la esperanza de encontrar nuevos mundos en el. Mis ojos, grises y profundos como el más profundo mar, revelan que tras ellos se esconde una infinita sabiduría, y mi manos, no dañadas por los rigores de las guerras, siempre están ocupada con libros de lo que fue antes de lo que ahora es. Así soy yo.
Historia:
Yo nací hace mucho, muchísimo tiempo, en la Tierra Media. Pero con toda mi gente me fui al oeste siguiendo la llamada de los Valar. Allí fue alumno del gran maestro Rúmil, sabio entre los sabios, pero tras el robo de los Silmarilli maestro y alumno nos separamos, pues yo vine de nuevo a la Tierra Media sediento de nuevos conocimientos. Yo escribí hace incontables años el Quenta Silmarillion, que Eriol tradujo en Eressëa, basándome en gran parte en los conocimientos que heredé de mi maestro. Pero tras la caída de Númenor me negué a volver a Aman, y sediento de nuevo de conocimientos, volví a Endor, donde encontré una posada con una cerveza tan oscura que, según dicen, un día bajo a beberla, nada menos, que el hombre de la Luna...
Habilidades:
Mis únicas habilidades son regocijarme en el conocimiento y tener una constante sed por saber, qué es todo, de dónde viene todo, cómo se llama todo, y sobre todo, aquello que Ilúvatar no ha revelado a nadie, el porqué de todo...
Armas:
Yo no tengo armas, soy un elfo de biblioteca... Supongo que se me podría considerar la vergüenza de mi raza. Mas no me arrepiento, pues he vivido una vida de aprendizaje y sin violencia cuando los otros se ocupaban en luchar y morir por nada...
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