Aspecto:
Soy un anciano trotamundos, que se dedica a contar relatos e historias a lo largo y ancho de la Tierra Media, aunque casi siempre me las invente, y a hacer trucos y juegos a cambio de unas monedas y bebida ( preferiblemente cerveza) en las múltiples posadas a las que voy, inspiro confianza a la gente, y a menudo pierdo lo poco que gano en juegos de azar, y casi siempre se me vera fumando en pipa mientras me relajo bebiendo una cerveza y charlando con la gente de la posada
Historia:
Desconozco mi pasado, y mi verdadera edad, así como mi nombre, este me lo apropie de una chapa que llevaba encima cuando me desperté en un pueblo del norte del cual no recuerdo su nombre, pues al poco tiempo me llevaron al sur, concretamente a Bree, los que me trajeron dijeron que me encontraron deambulando sin rumbo en las proximidades de su pueblo, y lo único que llevaba encima eran unas pocas ropas, y la chapa en la mano. Ahora me dedico a ir por las posadas de toda la Tierra Media supuestamente para averiguar algo de mi pasado, pero siempre acabo borracho y sin uno moneda encima, por lo que siempre vuelvo a El Poney Pisador, pues para mi es como mi hogar, y aquellos que me conocen me dan unas pocas monedas para que continúe mi búsqueda, aunque vuelva a acabar como siempre, y he de reconocer que no me he atrevido a volver al lugar en el que me encontraron. Hay gente que me asegura que soy un montaraz del norte que perdió la memoria
Habilidades:
Habilidades no tengo prácticamente ninguna, excepto que siempre que me pongo a contar historias, la gente me escucha ( aunque luego no me den una mísera moneda... ), y que casi siempre consigo poder pagar una cama y comida en las posadas a las que voy
Armas:
no llevo nunca armas encima, sin contar la daga que deben llevar hasta las damiselas, pues siempre hay asaltadores en los caminos. Una vez mi buen amigo Esdaleon, en uno de mis encuentros con el, me demostró que tenia una cierta habilidad en el manejo de la cimitarra, pero no se si será la edad o el olvido, que ni la llego a dominar, ni me interesa manejarla
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