Aspecto:
Alto como los Reyes, pues descendemos del mismo linaje, el linaje de Elros, primer Rey de la gloriosa Númenor. Muchos años de hombres han pasado y mi fuerza ya no es la de antes. Comienza a llegar el invierno de mis días, y mis cabellos antes de color oscuro comienzan a blanquearse. Lo que mantengo de mis años de juventud son mis ojos, pardos y sabios como los de mi padre.
Historia:
Soy Amandil hijo de Númendil, Señor de Andúnië y Consejero Real. Educado por los mentores del Rey en los patios de Armenelos bajo los pies de Meneltrana, donde me instruyeron en las ciencias y la historia de Númenor. Ahí aprendí a admirar la belleza de Nimloth el Blanco, el Árbol traído por los Eldar allende el Mar. Mi padre Númendil, que en esos días era Señor de Andúnië, me enseño a apreciar a los Elfos y a los Valar, ya que gracias a ellos nosotros disfrutamos de los regalos de Númenor.
Sin embargo mientras iba madurando me di cuenta de la discordia que había entre los Reyes y los Eldar. Nuestros Señores prohibieron toda amistad con un Elfo, utilizar el Quenya y nuestros nombres Eldarin. Fui llamado Aphanuzir, pero secretamente seguía siendo Amandil, "el amigo de Aman".
Con los años el cargo que correspondió a mi padre me fue legado, convirtiéndome en el nuevo Señor de Andúnië. En esos días mi hijo Elendil creció fuerte a mi lado, siendo instruido en todas las artes y ciencias. Aprendió a amar tanto como yo toda la belleza y sabiduría de los Elfos y aprendió a ser un gran líder. Hubiese sido el próximo Señor de Andúnië, pero con la llegada de Sauron a la Corte Real y sus consejos al Rey Ar-Pharazôn llevaron a mi Tierra y mi gente a la ruina. El final de Númenor estaba cerca, por lo que tenía que actuar rápido. Hice los arreglos para que Elendil y su familia, junto con unos pocos Fieles, se embarcaran y partieran a la Tierra Media, rescatando así parte de la riqueza de Númenor. Por mi parte fuí al Oeste para poder avisar a Manwë Súlimo sobre el pecado de Númenor. Sin embargo naufrague largos años en el Gran Mar, y nunca llegue a mi destino.
Habilidades:
Como Señor de Andúnië y Consejero del Rey soy hábil en el arte de las escrituras y las lenguas, y un líder por naturaleza. Además, como buen hijo de Andúnië, soy un buen Carpintero de Barcos.
Armas:
Mi principal arma es la espada, traída a Númenor desde tiempos inmemorables y conservada como regalo familiar. Además soy diestro con herramientas, como buen Carpintero de Barcos.
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