Aspecto:
Mi pelo me corre hacia mi espalada, mis manos son ágiles y fuertes, mis piernas son ligeras como el agua, mis ojos tiene una mirada muy profunda y brillante, mis orejas son grandes y puntiagudas pero muy bellas, mi boca es pequeña y solo pronuncia palabra sabia, mis pies son gráciles y no dejan huella fácilmente, solo cuando es sumamente necesario.
Historia:
Desde que tenia cinco años me he dedicado a entrenar, para ser una buena guerrera por orden de mi padre. Al principio, no le encontraba razón alguna, pero siempre quiso que fuera como él, pero yo no quería ser como él, yo quería ser libre y recorrer el mundo forjando mi propio camino, ya que nunca he creído en el destino, mas no podía, lo único que me quedaba por hacer era soñar, soñar con el día en el que por fin consiguiera mi libertad.
En mi décimo cumpleaños, mi padre me regalo mi primera y única espada, era pesada y filosa, y sobre todo grande, apenas y la sostenía. ÉL me decia que ella seria mi mejor amiga, que me acompañaría durante el resto de mi vida y que por eso debía aprender a quererla y manejarla como al tesoro mas valioso. Yo sentía que mi padre hablaba de mas al decirme todas esas cosas, ya que para mi no tenían ningún sentido, al menos en ese momento; pero mi padre siempre insistía, recuerdo que todas las tardes, sacaba la espada y repetía las mismas palabras una y otra ves, ya hasta sabia lo que continuaba después, pero no podía decir que no, porque tenia que ser fiel a mi pueblo.
La tarde de mi décimo quinto cumpleaños, mi padre me regalo un Arco, con unas hermosas flechas de punta roja, recuerdo perfectamente que ese día, pregunte porque me regalaba todas esas cosas, pero él callaba y perdía la mirada en el horizonte; minutos después respondía diciendo, que un día lo entendería. Yo me molestaba mucho, porque toda mi vida había querido una explicación, ¿Por qué he tenido esta vida?, ¿Por qué este entrenamiento agotador, que me ha llevado a perder los mejores años de mi vida, mi infancia y adolescencia, sin razón alguna?; pero él, siempre callaba.
Durante mucho tiempo pase entrenando sin entusiasmo, aprendía las cosas porque mi padre quería y porque tenia que aprenderlas, mientras que en el fondo de mi corazón solamente deseaba irme lejos.
Un día, cansada de todo y de todos, le pedí terminantemente a mi padre una explicación. Nunca olvidare ese día, me tomo de la mano y me llevo a lo mas interno del bosque, nos sentamos en las rocas que bordeaban el rió, y platicamos durante muchas horas hasta el anochecer.
Me dijo que en el futuro se aproximaban guerras, y que si no estaba preparada no podría defender mi raza. No logre conciliar el sueño pensando en su mirada, él tenia el don de ver le futuro, al ver mi insistencia me describió algunas de las terribles cosas que se aproximaban.
Desde ese día comencé a entrenar duro, día y noche, no quería que mi pueblo sufriera, y aunque no podía hacer nada para evitarlo, al menos lo que estuviera en mis manos, lo haría.
El día de mi consagración, me seria impuesto mi nombre de guerrera, mi padre al fin me dio la Espada y el Arco que había guardado durante mucho tiempo. Recuerdo claramente sus palabras al darmelas:
- “Desde ahora, podrás servir a tu pueblo con verdadero Honor y Lealtad, recuerda siempre tus raíces, pelea con justicia y verdad, actúa siempre bajo los mandatos de tu corazón, pero no olvides recurrir también a tu mente.
Y adonde sea que el destino te lleve, creas o no en el, por sobre todas las cosas nunca olvides que te amo.” -
La ceremonia duro toda la tarde, y culmino con la imposición de mi nombre. Eldar me llamaron; mi padre se dirigió al pueblo diciendo que este nombre, seria recordado durante mucho tiempo, lo conocerían todas las razas, pues seria el nombre de una gran y hermosa guerrera.
Ese, fue el día más feliz de mi vida.
Pasado tres años de mi consagración, llego la guerra de la que mi padre me advirtió, el momento en el que tenia que demostrar que tenia poder, donde se consumarían mis entrenamientos y conocimientos, y se conocería el fin de mi Pueblo.
La guerra duro un año y medio, y a pesar de ser la mas horrible que haya vivido, fue la mas grande experiencia y regalo que pudo darme la vida, en ella conocí el amor y la plenitud de la vida.
Jensen fue el hombre que conquisto mi corazón, me enseño muchas cosas, una de ellas fue a no darte por vencida, a luchar siempre por lo que quieres, y no dejar que nadie te arranque ni opaque tus sueños. Mi padre no aprobaba nuestra relación, decía que no teníamos futuro, ya que el era hombre y yo elfa, pero no le hice caso y termino aceptando nuestro amor.
La guerra casi acaba con toda la tierra media, pero juntos logramos que eso no fuera posible. Al terminar la guerra, todo lo que mi padre había dicho sobre mi, se cumplió; mi nombre es mencionado en todas las lenguas, es el NOMBRE, de la guerrera más fuerte que haya existido hasta ahora. Solo espero, que quien siga mis pasos, sea tan valiente como mi pueblo y yo, que aprenda todo lo que a mi un día me enseñaron, que siga luchando y alcanzando los objetivos de mi gente, la que amo y defenderé por el resto de la eternidad.
Habilidades:
Mis habilidades son un poco comunes en todos los elfos, con la única diferencia, que en mi, están mas desarrolladas, porque he dedicado la mayor parte de mi vida para hacerlo.
Mi habilidad de ver a larga distancia y predecir el futuro, son las que mejor he desarrollado, pero mi agilidad con las manos y con los pies también están muy desarrolladas, todas han sido herencia de mi padre, cosa de lo cual estoy sumamente orgullosa, porque mi padre, es el hombre al que mas admiro.
Sin duda mi habilidad con los oídos no se queda atrás, ya que puedo escuchar hasta el mas mínimo susurro, pero también tengo el don de la sabiduría y del habla, no se diga el del la escritura, pero creo que lo que más me gusto heredar de mi padre, fue el saber decir las cosas en el momento indicado, siempre pronunciar palabras sabias.
Estas, son mis habilidades, por el momento y por siempre, las pongo en practica para no perderlas, y por sobre todo para defender a mi pueblo.
Armas:
Las flechas que me acompañan, son regalo de mi padre, tienen punta roja, son tan calladas al atacar como el silencio, mi espada también es un regalo, y es hasta el momento mi mejor amiga, tal y como mi padre quería; sin duda mi cuchillo es una de mis armas favoritas, no solo porque es la mas fácil de manejar, sino porque también es ligera y muy útil en momentos inesperados.
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