Aspecto:
Mi aspecto... siniestro. De mi rostro lo único que podéis ver (a no ser que yo os lo quiera revelar) serán mis ojos negros como la noche, pues tras mi vestimenta oscura me escondo en los rincones más tenebrosos.
Historia:
Mi destino: lo desconozco, mi origen: forzadamente olvidado, mí estandarte: el anonimato y mi historia: una secuencia inesperada de siniestros problemas enmarcando mi maldita vida.... Recuerdo el día en cual mi existencia se truncó, fue cuando maté a aquel hombre... aquel hombre inocente, de apariencia macabra... lo maté en mi desesperado intento de descubrir la verdad... de descubrir MI verdad. No busco ningún perdón ya que yo maté a ese hombre. Sólo busco descubrir el pasado, saber quién fue el extraño que se cruzó en mi vida, dejando pistas falsas que me condujeron en mi ataque de ira a matar a un inocente. Alguna vez fui parte de la familia Calaquendi, pero tras ese vil acto, preferí no volver a usar mi nombre nunca más. Desde entonces vago buscando venganza. Hasta donde llegan mis recuerdos me sitúo en mi infancia, me separaron de mi madre (mortal), y me llevaron a vivir a Rivendel. Tuve un entrenamiento bastante duro, nunca me he conformado siendo la típica princesita, me permitieron participar en muchas guerras (escondiendo claro está que era una mujer), pero en la que no pude participar fue en la guerra contra Sauron. Claro está me escapé, no podía permitir poner en juego de esa forma mi libertad, o por lo menos si no conseguía nada prefería morir en el intento. Pero no morí, cosa de la cual me arrepiento hoy día profundamente…
Habilidades:
Entre mis habilidades: aparecer y desaparecer a placer, manejo de cualquier tipo de arma, pero también conozco muchas lenguas y las antiguas escrituras.
Armas:
Armas... me acompaña siempre mi Ángel Vengador (que es como he bautizado a mi espada hecha por maestros elfos...) es lo único que me queda de mi pasado, mi pasado oculto que trato de olvidar y ocultar. Mi daga siempre llevo escondida en mi bota y todo tipo de pociones llevo siempre.
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