Aspecto:
Bastante alto para ser un enano, mido 1,50. Tengo una barba blanca consecuencia de las terribles fatigas que he tenido que pasar en mi largo camino hacia ningun sitio, además, fruto de mis aventuras, los musculos de la espalda y los brazos se han desarrollado mucho en mi.
Historia:
Soy Nikekamen, uno de los descendientes de los creados por Aüle. Mi clan no es conocido por casi nadie, pues todos los que se acercan a nuestra fortaleza, es para no volver a la tierra media. Habitamos en una isla de camino a Valinor desde los puertos grises, pero somos muy pocos, y nunca hemos sido muy conocidos, ni siquiera por nuestros hermanos de las montañas. Mi vida podría haber sido como la de los demás de mi clan, pero no fue posible, tuve que zarpar rumbo a la tierra media debido a un terrible agravio, en una pelea, estando ebrio, uno de mis camaradas y yo nos batimos en duelo, y, debido a mi superioridad en el combate, lo derrote rebanándole la barba. Este fue un error tal, que mi camarada se suicido luchando contra una serpiente marina, y yo tuve que viajar como un alma en pena por toda la tierra media. Un buen día, se me ocurrió la terrible idea de aventurarme en el bosque negro, en medio de mi viaje, la noche se cernió sobre mi cuan la mano de un gigante que intentaba aplastarme, así que decidí descansar un poco, pese a que los enanos no lo necesitamos, pero de repente unos gritos de un afina y melodiosa voz, interrumpieron mi sueño haciéndome agarrar mi hacha a dos manos y adentrarme en un claro. Lo que allí ví, nunca se me olvidara, una preciosa dama elfica agarrada por un temible dragón de proporciones monstruosas. Apunto estuve de perderla, pero cargue con todas mis fuerzas y conseguí abatirlo a hachazos. Desde aquel día la princesa elfica mas bonita del mundo y yo, vagamos por el mundo en busca de un lugar en el que se nos acepte sin juzgarnos, simplemente nos acepte como somos.
Habilidades:
Después de muchisimos años viajando por toda la tierra media, he adquirido una gran habilidad en el manejo de mi hacha a dos manos y de la ballesta. Una estupenda cualidad es mi arte cn las manos, dicen que son capaces de curar toda enfermedad.
Armas:
Un hacha de dos manos con intrincadas runas que me proporcionan velocidad de ataque y fuerza. Además siempre viaja conmigo la ballesta de un antiguo camarada de mi clan, de la cual me digno a decir que nunca erra en su disparo.
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